17.11.08

Inútil Social

Yo siempre fui una niña alegre, me relacionaba hasta con las piedras que encontraba por la calle, y todo el mundo me tenía como una persona simpatica.

Sigo siéndolo, al menos eso dicen, y es algo que aunque no quiera, es parte de lo que me entra en nómina, pero para qué os voy a engañar, desde que me pasó lo que me pasó del acomodamiento y mi etapa de ostracismo horageño, me he vuelto una inútil de la vida en lo que a relaciones sociales se refiere.

Si quedamos para salir los compañeros de trabajo, o con mis amigas, si no hay nadie nuevo en el grupo, no suelo tener problemas.Son gente que ya me conoce y que no se van a asustar si me ven hacer el tonto un poco más de lo necesario. Pero si además de los habituales, al grupo se suma gente con la que coincido de higos a peras, o gente que no conozco, ya me entra el ansia.

Ha habido días que a pesar de apetecerme salir lo indecible, me he visto planteandome si llamar a la persona con la que he quedado y decirle que me ha dado un golpe de jaqueca repentino con tal de no enfrentarme a lo desconocido.

Me he vuelto desconfiada ante la gente que no conozco, y me siento como si estuviera fuera de lugar cuando no estoy en "mi ambiente". He de decir que una vez que me he aclimatado (es decir, que ya me he tomado un par de copas) empieza a surgirme la naturalidad intrinseca y me vuelvo una personita medio sociable, pero este sistema va a terminar con la ferrea defensa de la abstinencia alcoholica que yo solia proclamar.

Todo este "hermetismo antipático" lo que esta consiguiendo, es que cuando voy a una discoteca y se me acerca un tipo, la coraza de pinchos de erizo se activa y me pongo a la defensiva. Y toda esta inutilidad social me esta conllevando que cuando se me planta delante un tipo que medianamente me agrada, no sea capaz de decir dos palabras semi inteligentes seguidas porque creo que va a pensar de mí que soy un muermo.

Tendré que buscarme ayuda profesional como esto no se vaya yendo por su propio pie, o me voy a quedar para vestir santos.

Mandadme energía positiva, que los conventos no tiene WiFi!!!!

3 comentarios:

María dijo...

¿Sabes? yo también acabo de pasar una etapa de ostracismo social. No me apetecía salir, no me apetecía relacionarme... y como tú ahora no me apetece hacer planes si hay gente que no conozco. ¿Serán etapas? ¿o será que situaciones límites nos llevan a recluirnos?

Te mando un montón de fuerzas desde mi rinconcito del sofá.

AmaRose dijo...

espero de veras que esto se pase, porque asi no adelantamos nada.

besitos guapa

Sarita dijo...

Es como leerme a mí misma. Ha habido veces en las que he pensado en hacerme una lista de excusas para no salir, porque llevo una époa muy desganada. De todos modos nada dura eternamente ;)