Y os preguntareis, a estas alturas del año va a ponerse esta individua a hablar de el carnaval???si,pero no en el sentido estricto del término, más bien en lo que se deja ver por las calles de mi ciudad en estos días de clima variable que no son ni frios ni calurosos a ciencia cierta.
Se nos hace creer que hay ropa de verano, ropa de invierno y la que conocemos como ropita de entre tiempo, lo malo es que aquí o te tiras a por la abrigada en extremo o la veraniega directamente.
Llega el Domingo de Ramos, y por alguna extraña circunstancia, y aunque fuera caigan chuzos de punta o los pingüinos se paseen por la calle, el personal decide que la primavera ya ha llegado, aunque el Corte Inglés lleve anunciandola desde mediados de enero, y es cuando oficialmente empieza el constante baile de disfraces.
Vas por la calle, con una ropa un poco todoterreno, unos vaqueros, una camiseta y un cardigan para estar preparada para lo que te puedas encontrar y de golpe y porrazo te quedas ojiplatica perdida, no porque tú seas la que va mejor o peor vestida acorde a el clima, si no porque ni Dolce y Gabanna serían capaces de hacer semejantes combinaciones.
Minishorts, camisetas de tirantes finos (normalmente una de un color fuerte encima y una negra o blanca debajo), si se enseña escote y michelin mejor que mejor, atuendo super fresco para el calor del medio día, si no contamos que en los pies llevan la típica bota de mi caniche se murió y no sabía que hacer con su pelo, tambien conocidas como soy fan absoluta de espinete y le rindo tributo en mis pies.
Luego tenemos a la chica trabajadora que no sabe aun muy bien por que temporada decantarse, y nos encontramos con una falda floreada totalmente de primavera/verano y un jersey de cuello cisne de angora.Las piernas muy fresquitas, pero de cintura para arriba somos una incubadora propia de la fabrica de Ovipor.
Pero aun mejor es el concepto de hasta el otoño que viene ya no llueve y no necesito calzado cerrado.Y llega el día de lluvia traicionera de turno, tan típico de esta época, y a pesar de las previsiones y de salir a la calle sabiendo que va a llover, aferrarse a las chanclas o zapatos que te dejan todo el pie al descubierto porque me niego a reconocer que aun no estamos en verano.
Y así podríamos seguir hasta no parar.Y no es que yo me considere mejor que nadie,ya lo dije antes, que muchas veces quizás alguien me mire a mi y se piense, mira la mamarracha esta cómo va vestida,pero a veces tenemos tantas ansias de negar lo evidente que podemos dar pie a situaciones curiosas que se pueden encontrar de forma casi cotidiana en nuestro entorno.
Nunca hay que menospreciar la sabiduría del refranero español... Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo...que luego llegan los resfriados de primavera y todos nos preguntamos por qué, aunque tal y como está la situación hay que saber distinguir si es por haberse desabrigado antes de tiempo o por la gripe porcina...
Se nos hace creer que hay ropa de verano, ropa de invierno y la que conocemos como ropita de entre tiempo, lo malo es que aquí o te tiras a por la abrigada en extremo o la veraniega directamente.
Llega el Domingo de Ramos, y por alguna extraña circunstancia, y aunque fuera caigan chuzos de punta o los pingüinos se paseen por la calle, el personal decide que la primavera ya ha llegado, aunque el Corte Inglés lleve anunciandola desde mediados de enero, y es cuando oficialmente empieza el constante baile de disfraces.
Vas por la calle, con una ropa un poco todoterreno, unos vaqueros, una camiseta y un cardigan para estar preparada para lo que te puedas encontrar y de golpe y porrazo te quedas ojiplatica perdida, no porque tú seas la que va mejor o peor vestida acorde a el clima, si no porque ni Dolce y Gabanna serían capaces de hacer semejantes combinaciones.
Minishorts, camisetas de tirantes finos (normalmente una de un color fuerte encima y una negra o blanca debajo), si se enseña escote y michelin mejor que mejor, atuendo super fresco para el calor del medio día, si no contamos que en los pies llevan la típica bota de mi caniche se murió y no sabía que hacer con su pelo, tambien conocidas como soy fan absoluta de espinete y le rindo tributo en mis pies.
Luego tenemos a la chica trabajadora que no sabe aun muy bien por que temporada decantarse, y nos encontramos con una falda floreada totalmente de primavera/verano y un jersey de cuello cisne de angora.Las piernas muy fresquitas, pero de cintura para arriba somos una incubadora propia de la fabrica de Ovipor.
Pero aun mejor es el concepto de hasta el otoño que viene ya no llueve y no necesito calzado cerrado.Y llega el día de lluvia traicionera de turno, tan típico de esta época, y a pesar de las previsiones y de salir a la calle sabiendo que va a llover, aferrarse a las chanclas o zapatos que te dejan todo el pie al descubierto porque me niego a reconocer que aun no estamos en verano.
Y así podríamos seguir hasta no parar.Y no es que yo me considere mejor que nadie,ya lo dije antes, que muchas veces quizás alguien me mire a mi y se piense, mira la mamarracha esta cómo va vestida,pero a veces tenemos tantas ansias de negar lo evidente que podemos dar pie a situaciones curiosas que se pueden encontrar de forma casi cotidiana en nuestro entorno.
Nunca hay que menospreciar la sabiduría del refranero español... Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo...que luego llegan los resfriados de primavera y todos nos preguntamos por qué, aunque tal y como está la situación hay que saber distinguir si es por haberse desabrigado antes de tiempo o por la gripe porcina...
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